El pasado 10 de enero de 2014, unos científicos de la
universidad de Persia apasionados de los loros con pies de mono (especie en
peligro de extinción), caminando en busca de una pareja de esta especie de
aves, se encontraron una tribu humana que en vez de boca y nariz, presentaban un pico enorme.
El grupo de científicos se desplazaban por las llanuras del
río Apingalauei, cuando les sorprendió un individuo con un taparrabos y un
tirachinas.
Al verlo, les llamó la atención el enorme pico que ocupaba el
lugar de la boca y la nariz. Robert Pullman nos informó que tras una larga
labor por descifrar su idioma, individuo empezó a contarles la historia de la
mutación mientras se desplazaban hacia el poblado. Según las primeras hipótesis
de los científicos la mutación fue
debida a la injerta de una docena de
hipopótamos por cada uno de los indígenas en menos de media hora, lo que
ocasionó que el estómago no les respondiera bien, y empezaran a notar
varias molestias en su cabeza. Se durmieron intranquilos y al despertar,
todos tenían ese enorme pico de águila.
Estos últimos días se
han desplazado a dichas llanuras todo
tipo de prensa, investigadores, policía, y otros científicos expertos en el
campo de la genética.
Mark Suliman, el mejor científico del mundo, ha demostrado
hace dos horas que los hipopótamos habían sufrido un ataque de un grupo de
águilas el día anterior a ser comidos, lo que causó a éstos varias heridas y
depositó en ellas, una pluma portadora de los genes de esas aves. En estos
próximos días los científicos estudiarán cada uno de los individuos para obtener
más información de lo ocurrido y determinar con exactitud lo sucedido en cada
uno de los afectados.
Uno de los afectados de la tribu.